La página de TMR comenta un artículo de Pitchfork, Let's build a home: Third Man Records returns to Detroit, donde informan que la idea es empezar la producción a mediados de 2016, con al menos ocho prensas y que la planta tendrá una ventana para que los transeuntes puedan observar el proceso desde el exterior (¿dónde he oído esto antes?). Inicialmente piensan centrarse en la producción de las ediciones de Third Man Records aunque esperan tener capacidad para absorber tiradas para artistas independientes, aunque sean de otras casas discográficas. Hay que tener en cuenta que United, en Tennessee, o Archer, en Detroit, están saturados y rechazando nuevos clientes, menos aún tiradas cortas. Como anécdota comentar que inicialmente pensaban conseguir unas prensas en México, pero Furnace se les adelantó.
¿Por qué resulta tan interesante esta apertura? ¡Porque la planta de Jack White va a usar prensas nuevas! ¿Y de dónde salen estas prensas? Recordaréis el rumor de que había prensas nuevas en preproducción y que la gente de GZ había lanzado un diseño manual propio. Pues éstas salen de una empresa llamada Newbilt, una startup alemana que ha resucitado un diseño de una prensa manual Finebilt, un diseño que está en servicio a pesar de haber cesado su fabricación en los años 60 del S. XX. La verdad es que, por las fotos, el clonado del original parece prácticamente perfecto. Producen todo el conjunto de elementos necesarios para una planta de prensado (extrusores, trimmers, baños galvánicos...) y pretenden desarrollar un modelo automáticode prensa utilizando tecnología robótica que en los años 60, 70 u 80 del pasado siglo no existía o era inasequible. Plantean que sus prensas manuales serán actualizables al modelo automático cuando éste esté disponible.
Sólo un detalle que me inspiran las fotos de la tienda y algunas de las ediciones de TMR. Veo poco espeacio paar los discos y demasiada afición por las camisetas, los pósters, las cámaras fotográficas instantaneas restauradas y otros elementos "retro", las cajas de ediciones "especiales", los muñecos y todo tipo de parafernalia. Al mismo tiempo el material de audio que se ofrece (casi escribo ofende) no está a la altura (que elegantemente lo he dicho). A esto podemos unir cosas como las características "exclusivas" de la edición limitada de Lazaretto. Aunque en tiendo que hay que vender para que el negocio funcione, no puedo dejar de preguntarme si estamos ante una apuesta por la calidad, o ante algo más parecido a un espectáculo de variedades.