Furnace Record Pressing nos enlaza en su FB este artículo de The Guardian, Marc Maron: crackle and pop – why I'm addicted to collecting vinyl.
Marc Maroon cuenta como ha regresado al vinilo. Al parecer había tenido platos y llevaba una serie de discos consigo en cada traslado, pero volvió al vinilo tras entrevistar a Jack White en Nashville. Al mismo tiempo se enamoró de las válvulas de vacío (aunque no puede permitirse los amplificadores McIntosh de White) y se hizo con un amplificador de este tipo. Desde entonces ha añadido 2000 discos a su colección y dice que no deja de escuchar música. Que todo suena mucho mejor, nuevo, viejo, conocido o desconocido... Y que escucha discos que tenía hace años, que nunca había escuchado de ese modo. Cuenta que inicialmente lo notó con el Transformer de Lou Reed (producido por David Bowie), cómo se percibía la separación de los elementos, la profundidad... Y que posteriormente lo ha apreciado en muchos discos de Bowie, de la Credence Clearwater Revival...
Décadas de experiencia fueron a la chatarra a cambio de un formato de mínimos, prueba de que el ser humano no siempre avanza cuando aplica la tecnología a la resolución de un problema o a la satisfacción de una necesidad o de un capricho. Si el CD representaba "el principio del fin" (aunque quizá ese dudoso mérito se le deba al "Flexidisc") quizá el revivir del vinilo sea el principio de un nuevo principio.
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