David Wilson, de justa fama por ser fundador de
Wilson Audio con sus famosos altavoces, falleció a finales mayo. ¿Por qué he deicidio comentarlo hoy? O mejor dicho ¿por qué me he resistido a comentarlo hasta hoy?
La realidad es que me disgusta profundamente la muerte de algunos genios a los que admiro, y por otro lado tampoco quiero convertir este blog en la página de necrológicas del mundo del audio analógico. Sinceramente creo que debería tener la inteligencia de escribir más sobre los personajes que constituyen este pequeño universo, no cuando fallecen sino cuando aún están creando y haciendo realidad sus sueños y con ellos los nuestros y más grande nuestra afición.
Pero hoy escribo sobre David Wilson porque ayer me encontré un artículo sobre él en la edición impresa de
Hi-Fi Plus y me he dicho que este hombre merece también mi humilde homenaje, dado que sus grabaciones estuvieron entre las primeras experiencias mágicas que me conquistaron para esta afición.
La razón por la que Wilson corresponde de pleno derecho a este blog no es su mítica figura como diseñador de altavoces de referencia, lo que ya bastaría, sino por su origen como ingeniero de sonido y sus grabaciones míticas. Relacionado con ellas y envuelto en las brumas de la leyenda está el origen de sus primeros altavoces. Al parecer buscando un altavoz apropiado para evaluar sus grabaciones llegó a un diseño, el WAMM original, que gustó tanto como para vender dos docenas a 32.000 dólares por pareja (en la actualidad serían unos 88.000 dólares).
Su preocupación principal en el diseño de altavoces era la alineación temporal de los componentes de la señal de audio, por eso los distintos elementos de sus altavoces no están ni en el mismo plano ni en el mismo ángulo. Sus últimas WAMM, las Master Chronosonic, permitían el ajuste fino de sus elementos para conseguir perfeccionar esa característica en el entorno en que se instalasen, de un modo similar al diseño de las Focal Grande Utopia EM Evo.
David Wilson estaba licenciado en biología molecular y trabajó para
Abbott,
Pfizer y
Cutter, pero lo dejó en 1974 para fundar Wilson Audio Specialities junto a su esposa Sheryl Lee. También colaboró como comentarista de equipos de audio con
The Absolute Sound. Su pasión y su dedicación, su amabilidad y su sencillez hicieron que básicamente todo el mundo le apreciara, al menos si lo juzgamos por la reacción de muchos periodistas del mundo del audio.
Si alguien se interesa por sus grabaciones, algunas
están disponibles en
Acoustic Sounds hoy 12 de agosto de 2018. Curiosamente cuando Acosutic Sounds anunció la
re-edición de alguna grabación de Wilson Audio como descarga, se me ocurrió preguntar si pensaban editar en formato físico (en mi caso en vinilo) y me respondieron que no. ¿Secretos de empresa? ¿Cambios de estrategia por la demanda del mercado?
Por si alguno quiere leer más, aquí algunos artículos a la muerte de David Wilson:
- Hi-Fi Plus, DAVID A WILSON II (1944-2018)