El artículo sigue las pautas de otro artículo en Marketplace que comentamos en una entrada de hace un mes. Informan que hay más de 30 tiendas independientes en Chicago. Según Rolling Stone, tres de estas tiendas (Dusty Groove, Laurie´s Planet y Dave's Records) están entre las mejores tiendas de discos de USA.
Participa en al artículo John Arnsdorff, quién abrió Audio Archaeology en marzo de 2014 para vender discos nuevos y usados y tocadiscos, comenta que buena parte del mercado lo mueven los jóvenes. La autora del artículo habla con un cliente de la tienda, un aficionado de 17 años (de verdad se compran por nostalgia?) que explica que le gusta más el sonido del vinilo que el del CD (de verdad se compran por estética?), y señala que sólo usa el iPad cuando va con prisa y que en casa prefiere escuchar vinilos. Arnsdorff comenta que vende más en discos nuevos que usados (más del doble en ventas, aunque viendo el precio de los discos nuevos y los usados el panorama cambia, y podemos estimar que vende en unidades más discos usados que nuevos) y que muchos de los discos nuevos que vende son reediciones: Pero la parte del león la llevan las ventas de tocadiscos. Al parecer tienen mucho éxito los platos restaurados de la marca Zenith (originalmente fabricados en Chicago), así como los de Grundig y de Telefunken.
Partcipa (como en el artículo de Marketplace) Rick Wojcik de Dusty Groove y el artículo cuenta brevemente como pasó de ser una tienda online en 1996 (hay que ser atrevido para empezar con el vinilo en uno de los años más bajos del formato) a tener un espacio físico, aunque el 80% del negocio sigue siendo online. El propio Wojcik es un apasionado con una colección de 15.000 discos de. Al parecer la tienda vende 500.000 discos al año (a pesar de no dedicarse a los garndes hits), aunque mucho será segunda mano, ¿qué porcentaje de las ventas mundiales de discos nuevos puede tener? Este dato apunta de nuevo a la inversosimilitud de los datos de Nielsen-Soundscan.
Un dato interesante que se obtiene del artículo y que puede explicar la discrepancia entre el crecimiento de ventas de discos y el de platos (que también crece pero no a este ritmo). Muchos jóvenes empiezan su colección cuando sus padres les regalan un tocadiscos que ya no usan. Y muchos platos de los que se venden son de segunda mano. Siendo productos sencillos y robustos su durabilidad permite que, con una correa nueva, algo de lubricante, ajustes y a veces aguja o cápsula nueva, un plato pueda pasar de mano en mano durante generaciones (basta ver los Garrad 301).
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