miércoles, 19 de marzo de 2014

Kiseki "resucita". La mítica casa Kiseki resurge de sus cenizas, con cápsulas NOS y otras de nueva manufactura.




Me entero a través de la revista Mono and Stereo del renacimiento de Kiseki, la mítica marca de cápsulas fonocaptoras de nombre japonés, una marca hija del conocido importador de audio high end y empresario holandés Herman van den Dungen (además de Kiseki, es importador de High End desde el año 1975 a través de Durob Audio y fundador de Prima Luna Audio, empresa dedicada a las electrónicas de válvulas)

La historia de Kiseki es muy interesante y se puede resumir en breves líneas, van den Dungen importaba las cápsulas Koeetsu en exclusiva para Europa. Recibía un suministro limitado. En ciertro momento surgieron los problemas, con la recepción (las cápsulas se demoraban inexplicablemente), con la aparición de cápsulas en Suiza (la respuesta de la familia Sugano al parecer fue "Suiza no es Europa") y con  la calidad (algo que es difícil de confirmar pues, aunque hechas  de modo artesanal, las cápsulas de Koetsu nunca han tenido mala fama en este aspecto) que conllevaba que la familia Sugano pidiera un pago por las "reparaciones" de los productos que no superaban los controles de calidad de Durob Audio). Ven den Dungen habló con su equivalente estadounidense, Dave Fletcher (entre otras cosas diseñador para Sumiko y Sota y del que hablaremos otro día) que manifestó problemas similares. Ambos acordaron buscar un intermediario japonés, Yashuo Nakanishi, un amigo común. La conclusión a la que llegó el proceso fue que Nakanishi se quedó con la distribución de Koetsu para Europa y EEUU  La respuesta de van den Dungen fue crear su propia serie de cápsulas fonocaptoras, preparó un lote y lo envió a sus distribuidores, que lo valoraron bien. Así pasó de distribuir 30 cápsulas mensuales a un ritmo de entre 100 y 150.

El nombre tiene su pequeña historia. Inicialmente van den Dungen preguntó a sus amigos japoneses cuál era la expresión "Comienzo de nuevo" pero al indicarle que era "Atara shii kadode" la vio muy larga y preguntó como se decía "Milagro" a lo que le respondieron "Kiseki" y ese fue el nombre escogido.

Con el renovado interés en el mundo del vinilo, van den Dungen vio una oportunidad de negocio que materializó en dos líneas de producto. Por un lado una serie de cápsulas NOS (no son New Old Stock, piezas antiguas almacenadas, sino New Old Style, piezas nuevas fabricadas con partes antiguas) que se fabricará mientras dure el stock de partes antiguas. Por otro lado una serie de nuevas cápsulas que aún han de demostrar su capacidad de atraer un mercado como lo hacían las series de Kiseki que alcanzaron un estatus mítico.




La duda que nos queda es si un perro viejo puede aprender trucos nuevos. Durante estos años empresas como Lyra de Jonathan Carr, Miyajima Laboratory, Zyx Audio o la propia Ortofon, entre otros nombres, han incorporado grandes innovaciones en el mundo de las cápsulas fonocaptoras. No podemos dejar de preguntarnos si las nuevas Kiseki serán competitivas en este nuevo entorno. A pesar de esto, resulta una iniciativa muy interesante y esperamos que tenga un gran éxito.

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