Acabo de encontrar este artículo, Adieu to the true audiophile?, en C|Net
Sinceramente, enuncia una realidad que es anterior al iPod. La música como placer excelso frente a la música como objeto de consumo lleva manteniendo esta batalla muchas décadas. A diferencia de lo que muchos analistas opinan esto tiene una causalidad diversa:
- la competencia con muchas fuentes de entretenimiento. En los 50 la TV apenas ofrecía contenido, Internet no existía, no había videojuegos... hoy tenemos VOD, Internet, Pay per view, 50 canales de TV, videoconsolas...
- la industria discográfica ha fomentado las producciones de consumo. Esto implica alta rotación, éxitos fulgurantes pero fugaces, carreras que nadie sigue... es casi tan difícil como hacerse fan de un paquete de Kleenex.
- la calidad de las grabaciones ha decaído notablemente, especialmente desde los 80
- existe una cultura de lo desechable. No se valora conservar, reparar, actualizar... La música y los equipos que se usan para reproducirla son desechables.
- se ha perdido el hábito de escuchar música, hay música por todas par tes pero no es una actividad en si misma, es una especia de accesorio, de banda sonora de la vida.
Por otra parte hay bastantes signos positivos:
- empresas como Rega o Project, cuyos productos principales son los tocadiscos y los brazos, están dando ventas récord cada año.
- las grandes discográficas se han dado cuenta que pueden sacar pequeñas tiradas en vinilo de sus producciones recientes y reeditar en alta calidad (a veces delegando en alguna casa especializada) los grandes éxitos de su fondo de catálogo.
- surgen "como setas" las casas discográficas que se dedican a la reedición, los pequeños fabricantes de audio especializados
- en las ferias internacionales de Audio la gente que se incorpora al mundo del vinilo es sobre todo gente de la generación iPod que ha alcanzado el nivel económico necesario para
Sinceramente, enuncia una realidad que es anterior al iPod. La música como placer excelso frente a la música como objeto de consumo lleva manteniendo esta batalla muchas décadas. A diferencia de lo que muchos analistas opinan esto tiene una causalidad diversa:
- la competencia con muchas fuentes de entretenimiento. En los 50 la TV apenas ofrecía contenido, Internet no existía, no había videojuegos... hoy tenemos VOD, Internet, Pay per view, 50 canales de TV, videoconsolas...
- la industria discográfica ha fomentado las producciones de consumo. Esto implica alta rotación, éxitos fulgurantes pero fugaces, carreras que nadie sigue... es casi tan difícil como hacerse fan de un paquete de Kleenex.
- la calidad de las grabaciones ha decaído notablemente, especialmente desde los 80
- existe una cultura de lo desechable. No se valora conservar, reparar, actualizar... La música y los equipos que se usan para reproducirla son desechables.
- se ha perdido el hábito de escuchar música, hay música por todas par tes pero no es una actividad en si misma, es una especia de accesorio, de banda sonora de la vida.
Por otra parte hay bastantes signos positivos:
- empresas como Rega o Project, cuyos productos principales son los tocadiscos y los brazos, están dando ventas récord cada año.
- las grandes discográficas se han dado cuenta que pueden sacar pequeñas tiradas en vinilo de sus producciones recientes y reeditar en alta calidad (a veces delegando en alguna casa especializada) los grandes éxitos de su fondo de catálogo.
- surgen "como setas" las casas discográficas que se dedican a la reedición, los pequeños fabricantes de audio especializados
- en las ferias internacionales de Audio la gente que se incorpora al mundo del vinilo es sobre todo gente de la generación iPod que ha alcanzado el nivel económico necesario para
- cada vez más pequeñas discográficas independientes se lanzan a hacer pequeñas (o mayores) tiradas en vinilo
- algunos de los superventas de 2007 lo fueron en formato de 7" (extraño signo de mala salud)
Así pues, siendo cierto que JVC, Sony u otros grandes conglomerados puedan estar teniendo problemas en sus divisiones de audio, estos obedecen más a un planteamiento que siempre ha sido ajeno a la industria del audio, los resultados trimestrales y el crecimiento sostenido de cada división... Además, y siendo casi todos grandes conglomerados, han puesto el peso en la multimedia, el Home cinema, los muchísimos canales... Dicho de otro modo, esas divisiones de audio tienen problemas porque su foco ya no está en el audio.
Resumiendo, el mundo del audio como gran industria no está pasando una buena temporada y parece poco probable que sus antiguos días de gloria regresen. Pero el mundo del audio como una "labor de amor", con pequeñas producciones de equipos o de grabaciones, está viviendo una época decente y no parece augurar mal futuro si nos atenemos a algunas estadísticas.
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